martes, 10 de agosto de 2004

2004 Recuerdos del CAMINO PORTUGUÉS y Fisterra (2)



       Dia 4 de Agosto: De Pontevedra salimos dirección de Caldas de Rey de 21 km,  que disponía de una casa-albergue parroquial de 34 plazas y el párroco era el que hacia de hospitalero, siendo muy riguroso cuando nos sello la credencial el explicarnos de como funcionaba "su albergue" comentando la hora de cierre, y lo primero en comentar es que no gozaba de subvenciones oficiales, "invitándonos" a que fuésemos generosos en el donativo.
       Paseamos por la localidad haciendo turismo y buscando un restaurante que nos sirviesen un buen menú del peregrino de sobre los diez €. donde tuve unas palabras con una señora en un bar, que decía que los peregrinos les costaba caro a la seguridad social de Galicia, a lo que le comente que por que lo empezó a promocionar D. Manuel Fraga ¿Para perder? Dejándola con la palabra en la boca.
       Vimos un lavadero de ropa público todavía en pleno uso, unas termas también publicas parecidas al lavadero donde nos sentamos y nos dimos un generoso baño de pies, que ta bien nos vinieron.
       En la parroquia había una imagen de San Roque de casi tamaño natural preciosa, con el perro y el pan en la boca, y la llaga que le lamia el perro. . preciosa,
   
Pila para agua bendita  

  Día 5 salimos Calda del Rey continuamos a Padrón de veinte km.  con animo de poder ver la Fundación de Camilo Jose Cela en Iria Flavia, que al final no pudimos hacerlo al ser festivo y estar cerrada, y ya desde Padrón salimos el dia 6 y pasando casi de noche  por el albergue de Teo que aun no estaba inaugurado hicimos los restantes veinticuatro km. restantes hasta llegar  a Santiago.
      Ya en Santiago y por ese orden de prioridades lo primero fue situarnos todos con nuestras mochilas a la cola para que nos sellasen la credencial, y que nos diesen la tan merecida Compostela, una cola existente al ser año jubilar que tendría cómodamente mas de docientos metros, por lo que optamos  que dos- tres de nosotros se quedasen a afectos de ir adelantando las mochilas de todos a medida de que la cola avanzaba, mientras los otros se marcharon a la pensión a ducharse al estar cerca de la plaza del Obradoiro para luego relevarnos a los que nos habíamos quedado, e igual hicimos a la hora de comer.
      De comer se pidió entre otras, una ración de algo tan natural aquí como los mejillones que se anunciaba por siete €, pues nos sirvieron (de verdad) el contenido de una lata de conserva de las pequeñas que cuesta como mucho 1'50 €. indignante, (la comercialización del CAMINO) de vergüenza.
      Después de cumplir con todos los protocolos, tanto dentro como fuera de la Catedral, nos retiramos a descansar unos a una pensión y otros a otra al no tener sitios todos juntos, pensando que mañana teníamos que caminar como teníamos previsto hasta Negreira
 
   
    Salimos el dia 8 para cubrir veintiún km. la distancia con dirección a  Negreira, para llegar a Finisterre final de nuestra peregrinación, pero ya no íbamos la totalidad de los que salimos, por varias razones unos tomaron la decisión de hacer ese recorrido en autobús y otros se quedaron en Compostela para volver a Badajoz, mientras que otro grupo continuamos hasta el final.
     Las tres etapas hasta Finisterre no pueden ser mas bonitas, de "tupidos" bosques que casi no dejan llegar el sol al suelo, para llega a Negreira que dispone de un muy buen albergue con cocina, de tan solo dieciocho plazas, pero lo bonito del pueblo consistía en un grupo escultórico como homenaje al espíritu que tiene el gallego de emigrar, por lo que seria un homenaje al emigrante, que se trataba de una mujer con un bebe en su regazo que mira a través de una ventana de como se va "el marido con un atillo al hombro" mientras que un zagal de unos seis-ocho años se agarra a través de la misma ventana al pantalón de su padre tratando de que no se fuese, pero el padre en lugar de tener pies lo que tiene son raíces, simbolismo de lo que queda, "quedan sus raíces" por tener tanto en común los extremeños desgraciadamente con esa escultura me emociono formandoseme un nudo en la garganta.
   
   Al siguiente dia 9 salimos en dirección a Oliveroa con albergue de 32 plazas, nos cayo una tromba de agua impresionante (La mayor tromba que me ha caído en toda mi vida) tromba que nos hizo bajar  de la sierra por donde íbamos para cubrir los treinta y tres km, que teníamos que hacer pensando que por la sierra pudiera formarse alguna torrentera que nos pudiera crear problema, por lo que íbamos por una estrecha carretera que era toda un torrente de agua en la que ya no había por donde pisar al estar totalmente cubierta, y no haber nada donde refugiarnos ni tan siquiera poder preguntar a alguien a donde nos podíamos dirigir, hasta que al final paso un coche que nos indico que a esas horas de la mañana nada mas estaría abierto un bar de carretera en un cruce, como así fue donde esperamos a que amainase la lluvia.
 En el albergue de Oliveroa se mantiene la tradición "de las lentejas", que consiste que la hospitalera elabora una cena consistente en unas muy buenas lentejas que compartimos todos los peregrinos que estamos esa noche en el albergue, teniendo en cuenta que de Santiago para Finisterre ya son pocos los que hacen este trayecto salvo extranjeros en su gran mayoría, con lo que la cena parecía la Torre de Babel o una asamblea de la ONU.
   
 La "Compostela" que acredita haber llegado a                    Santiago de Compostela.

  Hoy dia 10 de Agosto: Salimos para hacer
los últimos treinta km que nos faltan para cumplir nuestra peregrinación hasta "Fisterra" o "Costa da Morte", donde hoy de nuevo hemos empezado a ver el inmenso océano, pero no quiero dejar la ocasión para "denunciar" la excesiva comercialización  de lo que es el CAMINO, al tratarse de que sabiendo en bar O CASTELIÑO en Hóspital, que ya no hay nada en quince km. aprovechan para abusar de los precios llegando a cobrarnos por un desayuno muy, muy normalito 3'50 € por lo que pedimos la documentación del bar para denunciar, al final nos dijo que lo tenían en la gestoria y termino dándonos en la hoja de un bloc "una factura por 3 €" que no hicimos nada al final para denunciar.
   
Credencial del peregrino.  

   Acometemos el ultimo trayecto para llegar y donde ya teníamos mas o menos organizada la vuelta para casa después de diez apasionantes días, empezamos en este ultimo trayecto a acusar el cansancio también de que en estos dos últimos días hemos hecho sesenta y cinco km., así que también para relajarnos un poco aprovechamos a meternos en el mar a refrescarnos al menos los pies los componentes de los que habíamos quedados de catorce Charo, Pepa Diaz, Antonio Gil y Paula su sra. y el que suscribe, (otro grupito de dos- tres llegaron aparte,) para volver de nuevo a caminar tratándose de que ya estábamos en Finisterre, pero se nos hizo eterno el paseo marítimo, parecía no tener fin, y eso es producto de cuando mentalmente te relajas al ver el final, final que te lleva al mismísimo faro donde te encuentras el ultimo monolito con la vieira indicando, ni para la izquierda ni para la derecha, indica hacia abajo.
    Donde no pudimos observar las magnificas puestas de sol al estar nublado (cuando se creía que el sol se entraba en el mar cada día) y tampoco cumplimos con la "ceremonia" de quemar toda la ropa con la que se hace el CAMINO. ...Otro año si Dios quiere
      Después de la lógica alegría de abrazos y de alguna que otra lagrimita nos dirigimos a que nos diesen el documento que certifica de tu llegada "al fin del mundo" como final del CAMIÑO XACOBEO.
    Vuelta de nuevo a Santiago, y coger autobús Santiago para llegar a Mérida a la 04'30 h, donde nos espera la familia para llevarnos a Badajoz.

                                          Credencial que da fe de haber llegado a Finisterre

     

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